Me quedé en una habitación doble, y el entorno natural sobresale. las montañas alrededor son realmente impresionantes y crean una atmósfera única. Además, el desayuno incluye deliciosas tostadas de pan de pueblo, que son un buen comienzo para el día.

La habitación que ocupamos tenía algunos problemas que podrían ser mejorados. el baño estaba un poco descuidado y había juntas de azulejos que necesitaban atención. También, la insonorización deja que desear, ya que se escuchaba el ruido de la carretera y de las habitaciones contiguas, lo que podría incomodar a quienes buscan tranquilidad. Finalmente, el soporte de la alcachofa de la ducha estaba roto y daba un poco de incomodidad al utilizarla.

La atención de Jesús y su familia fue excepcional. nos aconsejaron rutas y el cachopo que comimos en el hotel fue uno de los mejores que hemos probado.

Increíble atención y comida casera

Hemos disfrutado de una estancia maravillosa, donde la amabilidad de Jesús y su familia marcó la diferencia. Nos recomendaron rutas espectaculares y la comida fue excepcional, especialmente los desayunos con zumo de naranja natural y tostadas de pan de pueblo. Sin embargo, noté que el baño podría ser un poco más espacioso.

Las vistas al río Sella son realmente agradables.

La habitación era bastante pequeña y el baño, minúsculo, hacía que fuera difícil moverse cómodamente. Además, se escuchaban ruidos de otras habitaciones, lo que dificultaba el descanso por las noches. En varias ocasiones, traté de comunicarme con la recepción, pero no pudieron atender mis inquietudes, lo que resultó frustrante.

* Comida casera deliciosa
* Atención personalizada excepcional
* Vistas impresionantes al río

* Ruido nocturno molesto
* Baño pequeño y descuidado
* Mobiliario antiguo

el personal nos ofreció consejos personalizados para nuestras rutas de senderismo y la habitación era acogedora y tranquila, ideal para descansar después de un día explorando. la cena en el restaurante fue otro punto alto, especialmente el cachopo.

faltó cambio de toallas durante la estancia.

Impecablemente limpio y encantadora atención personal con un toque familiar acogedor.

Una familia ideal

La habitación era súper cómoda y estaba comunicada con la de los niños. probamos la comida, y me sorprendió lo bien que cocinaban, especialmente el solomillo de cerdo ibérico que estaba espectacular.

No fue barato, pero vale la pena.

El lugar tiene un ambiente acogedor, y las vistas al río Sella son realmente agradables. La habitación estaba limpia, aunque los muebles parecen algo antiguos. Desayuno muy bueno, con tostadas y un café que me gustó. podría ser un poco más temprano para quienes queremos aprovechar el día. A pesar de los ruidos de las habitaciones contiguas y la caldera que sonaba por la noche, el dueño, Jesús, fue muy amable y me recomendó buenos sitios para visitar en la zona. El restaurante se lleva la medalla de oro, el cachopo que probamos estaba espectacular, hecho con productos muy frescos. Sin embargo, las camas eran un poco incómodas y el baño podría ser más grande. En general, disfruté la estancia, pero algunos detalles podrían mejorar mi experiencia.

Pasamos tres días en el Hotel Del Alto Sella y fue una experiencia maravillosa. El entorno natural es impresionante, rodeado de montañas, y las habitaciones son muy cómodas. La atención de Jesús y su familia fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y a recomendar actividades. Además, los desayunos son deliciosos, especialmente las tostadas de pan de pueblo que te hacen empezar el día con una sonrisa.

El baño podría ser un poco más amplio.

la cocina es impresionante, comimos fabada asturiana. el baño era pequeño.

la escapada perfecta con un desayuno que siempre recordaré

check-in eficiente, vistas impresionantes

ruido mínimo

Este lugar me queda perfecto, tiene wifi, un restaurante agradable y un bar con buenas opciones. La primera vez, el personal me ayudó con unos problemas técnicos que tuve. No puedo dejar de recomendar su cachopo, ¡delicioso! Vuelvo este fin de semana.